martes, 25 de septiembre de 2012

Nueva ortografía de la RAE


En noviembre de 2010 los académicos de la Real Academia Española decidieron publicar una nueva norma ortográfica en la que se fija la denominación de algunas letras, se eliminan las tildes en algunas palabras y se cambia la forma de escribir de algunas palabras.

Estas son las normas que hay que seguir para escribir de manera correcta:

La i griega es ye. Algunas letras de nuestro alfabeto recibían varios nombres: be, be alta o be larga para la b; uve, be baja o be corta, para v; uve doble, ve doble o doble ve para w; i griega o ye para la letra y; ceta, ceda, zeta o zeda para z. La nueva Ortografía propone un solo nombre para cada letra: be para b; uve para v; doble uve para w; ye para y (en lugar de i griega). Según el coordinador del nuevo texto, el uso mayoritario en español de la i griega es consonántico (rayo, yegua), de ahí su nuevo nombre, mayoritario además en muchos países de América Latina. Por supuesto, la desaparición de la i griega afecta también a la i latina, que pasa a denominarse simplemente i.

Ch y ll ya no son letras del alfabeto. Desde el siglo XIX, las combinaciones de letras ch y ll eran consideradas letras del alfabeto, pero ya en la Ortografía de 1999 pasaron a considerarse dígrafos, es decir, "signos ortográficos de dos letras". Sin embargo, tanto ch como ll permanecieron en la tabla del alfabeto. La nueva edición los suprime "formalmente". Así, pues, las letras del abecedario pasan a ser 27.

Solo café solo, sin tilde. Hay dos usos en la acentuación gráfica tradicionalmente asociados a la tilde diacrítica (la que modifica una letra como también la modifica, por ejemplo, la diéresis: llegue, antigüedad). Esos dos usos son: 1) el que opone los determinantes demostrativos este, esta, estos, estas (Ese libro me gusta) frente a los usos pronominales de las mismas formas (Ese no me gusta). 2) El que marcaba la voz solo en su uso adverbial (Llegaron solo hasta aquí) frente a su valor adjetivo (Vive solo).

"Como estas distinciones no se ajustaban estrictamente a las reglas de la tilde diacrítica (pues en ningún caso se opone una palabra tónica a una átona), desde 1959 las normas ortográficas restringían la obligatoriedad del acento gráfico únicamente para las situaciones de posible ambigüedad (Dijo que ésta mañana vendrá / Dijo que esta mañana vendrá; Pasaré solo este verano / Pasaré solo este verano). Dado que tales casos son muy poco frecuentes y que son fácilmente resueltos por el contexto, se acuerda que se puede no tildar el adverbio solo y los pronombres demostrativos incluso en casos de posible ambigüedad", esto dice la comisión de la nueva Ortografía, que, eso sí, no condena su uso si alguien quiere utilizar la tilde en caso de ambigüedad. Café para todos. No obstante, la RAE lleva décadas predicando con el ejemplo y desde 1960, en sus publicaciones no pone tilde ni a solo ni a los demostrativos.

Guion, también sin tilde. Hasta ahora, la RAE consideraba "monosílabas a efectos ortográficos las palabras que incluían una secuencia de vocales pronunciadas como hiatos en unas áreas hispánicas y como diptongos en otras". Sin embargo, permitía "la escritura con tilde a aquellas personas que percibieran claramente la existencia de hiato". Se podía, por tanto, escribir guion-guión, hui-huí, riais-riáis, Sion-Sión, truhan-truhán, fie-fié... La nueva Ortografía considera que en estas palabras son "monosílabas a efectos ortográficos" y que, cualquiera sea su forma de pronunciarlas, se escriban siempre sin tilde: guion, hui, riais, Sion, truhan y fie. En este caso, además, la RAE no se limita a proponer y "condena" cualquier otro uso. Como dice Salvador Gutiérrez Ordóñez, "escribir guión será una falta de ortografía".

4 o 5 y no 4 ó 5. Las viejas ortografías se preparaban pensando en que todo el mundo escribía a mano. La nueva no ha perdido de vista la moderna escritura mecánica: de la ya vetusta máquina de escribir al ordenador. Hasta ahora, la conjunción o se escribía con tilde cuando aparecía entre cifras (4 ó 5 millones). Era una excepción de las reglas de acentuación del español: "era la única palabra átona que podía llevar tilde". Sin embargo, los teclados de ordenador han eliminado "el peligro de confundir la letra o con la cifra cero, de tamaño mayor".

Catar y no Qatar. Aunque no siempre lo fue, recuerda el coordinador de la nueva ortografía, la letra k ya es plenamente española, de ahí que se elimine la q como letra que representa por sí sola el fonema /k/. "En nuestro sistema de escritura la letra q solo representa al fonema /k/ en la combinación qu ante e o i (queso, quiso). Por ello, la escritura con q de algunas palabras (Iraq, Qatar, quórum) representa una incongruencia con las reglas". De ahí que pase a escribirse ahora: Irak, Catar y cuórum. ¿Y si alguien prefiere la grafía anterior: "Deberá hacerlo como si se tratase de extranjerismos crudos (quorum, en cursiva y sin tilde)". Aunque esta regla no sirve para los nombres propios, que se siguen escribiendo en redonda, del mismo modo que hay quien prefiere escribir New York a Nueva York.

Y tú qué opinas

Para el próximo lunes vais a trabajar un artículo de opinión sobre un asunto candente y que está suscitando un intenso debate. Se trata de la decisión de Bildu de sacar a los equipos vascos de la selección nacional (la española, obviamente) de fútbol.
Aquí os dejo algunos vínculos de la noticia en Internet. 



No obstante, os recomiendo que os documentéis bien para elaborar vuestro artículo de opinión, como los buenos columnistas de periódicos. Eso sí, se trata de aportar vuestra visión personal sobre este asunto, no quiero que alguien me haga un resumen de la noticia porque me la sé...
Venga, a calentar motores. Este asunto promete.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Taller de escritura

Os propongo como ejercicio de calentamiento lingüístico y literario que escribáis un relato sobre una experiencia personal que puede ser ficticia o real.  Quizás recuerdes algún hecho particular que haya marcado tu vida o en alguna ocasión hayas fantaseado con la posibilidad de que algo ocurriera o puede que no te guste el final de algo que sucedió y desees cambiarlo. Cualquier excusa nos  sirve para fabular...


Cómo debes escribir tu historia
1. Haz un esquema de lo que vas a escribir: marco de la acción, desarrollo de la trama y desenlace.
2. Adopta la primera persona narrativa, como testigo de los hechos o protagonista.
3. Utiliza distintos tiempos verbales del pasado: los que puedas y te permita tu historia. Eso dependerá del tiempo de la acción. Ej. Ayer estuve (Pret. perfecto simple); estaba en la playa (Pretérito imperfecto); he visitado (Pret. Perfecto compuesto); había visitado (Pretérito pluscuamperfecto), etc.
4. Si quieres introducir diálogos, elige el modo de transcribirlos: estilo directo o indirecto.
          -¿Qué hora es? -me preguntó Luisa.
          -Son las cinco de la tarde -respondí.

          Luisa me preguntó qué hora era y yo le respondí que eran las cinco de la tarde (estilo indirecto).
5. Cuando hayas finalizado de escribir el borrador de tu historia, escribe el título. Léela en voz alta para comprobar la cohesión y que no hay ninguna frase que no se entienda. Esto también te servirá para darte cuenta de los fallos. Si los hay, corrígelos. Entonces, ya estará listo para pasarlo a limpio.

La redacción como mínimo debe ser de una cara de un folio. Debes entregarla en folios en blanco, escrita con bolígrafo. Puedes incluir cualquier dibujo o fotografía que desees para ilustrar tu trabajo. No recogeré ningún trabajo que se presente en una hoja de libreta o que se entregue fuera de plazo. La fecha marcada para entregar este trabajo es el próximo lunes 24 de septiembre a la hora de la asignatura. 

Venga, ¡vamos a engrasar nuestras neuronas!



Bienvenidos

Esta semana acabamos de iniciar las clases. A los nuevos, quienes comienzan el segundo ciclo en 3º de ESO, os doy la bienvenida y os animo a disfrutar mucho de esta asignatura. A los alumnos de 4º, que ya me conocéis, os diré que también espero que sepáis aprovechar no solo la asignatura sino vuestro último año de este período académico. El tiempo pasa volando así que, sin más dilación, vamos a ponernos manos a la obra.